Lagunas naturales - L'Estany Tort
L'Ametlla de Mar cuenta con cinco playas donde se pueden encontrar lagunas litorales: Sant Jordi, Torrent del Pi, l'Estany Tort, Santes Creus y l'Estany. La playa del Estany Tort se encuentra en la laguna que se forma en la falda del barranco del mismo nombre. Situada a cierta distancia del casco urbano, la playa se extiende a lo largo de 50 metros de longitud y 60 metros de ancho. Presenta aguas poco profundas y de poco oleaje, y está formada por una mezcla de arena fina y cantos rodados. La zona está rodeada por pinares de pino carrasco (Pinus halepensis), con sotobosque de maquias que incluyen especias como el acebuche (Olea europaea) y el palmito (Chamaerops humilis). Este conjunto de vegetación forma un hábitat de interés comunitario que contribuye a la biodiversidad de la zona. Los espacios en cuestión tienen su origen en el tramo final del curso fluvial de los barrancos o ramblas mediterráneas, que transportan agua en períodos de avenida cada 10-15 años. Cuando se produce el primer impacto del agua, ésta rompe la barra de sedimentos que forma la playa y excava la cubeta donde se forma la laguna, creando pequeños deltas. El origen del agua que llena las cubetas es subterráneo, con surgencias de agua dulce influenciadas por la infiltración del agua de mar en el subsuelo sedimentario y altamente poroso. Esta confluencia hace que las condiciones químicas del agua definan unos ambientes salobres, donde las especies que viven en ella se han adaptado a la presencia de sal, un elemento limitante que excluye aquellas especies que no pueden soportar la salinidad. Así, se definen hábitats muy característicos y singulares, con una presencia habitual de especies endémicas, lo que confiere a estos espacios gran importancia para la preservación de la biodiversidad. Desde el municipio, nos preocupa la conservación de estos hábitats, ya que en ellos encontramos especies en alto grado de peligro de extinción. Hay que hacer mención especial a la presencia del samarugo, una especie piscícola que encuentra en estos hábitats unas condiciones ideales para su conservación. Así, se han llevado a cabo proyectos de restauración de estos hábitats, acuerdos de custodia con entidades conservacionistas y controles anuales para conservar y evaluar el estado del hábitat y la especie. Actualmente, conjuntamente con el Delta del Ebro, este territorio es el que cuenta con más núcleos poblacionales de samarugo.